Saborear un cupcake, inicia desde la vista; los betúnes de colores, las diferentes formas y alturas, así como las decoraciones de chocolate o azúcar, hacen que deseemos disfrutarlos poco a poco, y en algunos casos, ni siquiera nos atrevemos a terminar con esa atracción visual. Sin embargo, realizar el decorado es más complicado de lo que aparenta, así lo constatamos en la clase de Magnolia Bakery, en la que el chef ejecutivo Daniel Ampuero, nos guió paso a paso en esta tarea.

El objetivo fue realizar el “Remolino” un decorado que parece sencillo pero requiere de horas de práctica para su correcta ejecución. Mantequilla, azúcar glass, leche y extracto natural de vainilla fueron los componentes del betún que estábamos a punto de manipular. “Deben sacarle el aire”, nos indicó Ampuero mientras movía rápidamente en círculos la mezcla de mantequilla. Un secreto que nos fue revelado, es que siempre debemos girar (hacia la derecha) el cupcake, al tiempo que colocamos el betún por encima y hacemos el “remolino”. “Yo me tardé dos días en perfeccionar la técnica”, nos menciona el chef Daniel, mientras todos los asistentes, después de una hora, intentábamos dejar hermosos nuestros pequeños panqués.

¡Definitivamente, es más complicado de lo que se aprecia a simple vista! ¿Te atreves?

 

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