“El vino es indispensable para la celebración de la vida”
Vinos y Viñedos del Centro de México
Cuando se trata de festejar algo importante, una botella de vino puede ser la mejor compañera porque disfrutamos su sabor, pero ¿realmente conocemos el origen y cómo llegó el vino a México?
Haremos un pequeño recorrido a través de la historia para que ustedes, mis queridos lectores, tengan un acercamiento a la forma en la que el vino llegó a México. Desde las civilizaciones antiguas, como la Olmeca, se conocía el cultivo de vides silvestres y estas se utilizaban para hacer una bebida a la que agregaban otras frutas y miel. Sin embargo, con la llegada de los españoles, también llegó la vitis vinífera, la especie de uva con la que se elabora el vino. Los primeros viñedos en lo que hoy es México se establecieron con los misioneros, alrededor de lo que actualmente es Ciudad de México y aprovechando las excelentes características del suelo y del clima, se fueron extendiendo a otras partes. ¿Se imaginan acabar con tantas vides? ¡Sería una tragedia! Sin embargo, eso fue lo que decretó el Rey Felipe II en 1595, prohibió -e incluso quemó- las vides en la Nueva España. No fue hasta el porfiriato cuando se volvió a impulsar la vitivinicultura al importar más de un millón de cepas de distintas partes de Europa.
Ahora que ya conocemos un poco sobre el origen, queremos compartir con ustedes el Top 5 de Grandes Vinos Mexicanos que el equipo editorial de Saborearte ha seleccionado para ustedes, aunque recalcamos que hay muchísimos otros que vale la pena probar. Cabe mencionar que el orden no tiene que ver con la grandeza entre un vino y otro.
1. Casa Grande chardonnay de Casa Madero
Retomando la historia del vino en México, Casa Madero es la bodega más antigua del continente, puesto que fue la primera de América en establecerse como tal, anteriormente se le conocía como Hacienda San Lorenzo, de la cual surge Casa Grande que es 100% chardonnay y cuya cosecha se realiza durante la madrugada para maximizar la concentración de aromas. Tiene 6 meses en barricas nuevas de roble blanco francés y a la vista es amarillo con matices dorados. La parte más envolvente de un chardonnay es el sabor que deja en boca debido a su acidez y este ofrece un final amplio en especias gracias a su paso en barrica; es ideal para acompañar un postre que contenga cítricos; carnes blancas y salsas cremosas es otro maridaje que no falla; para la comida o almuerzo es buena alternativa o con un pescado empapelado relleno de mariscos, ¿se les antoja?
2. Mariatinto de Mariatinto Vinos
Continuemos sumergiéndonos en una copa con Mariatinto de Mariatinto Vinos, que inicia en el 2002 con una producción de 20,000 botellas. Tiene como base tempranillo y syrah, con adornos de diferentes uvas, las cuales se mezclan para crear un vino complejo en nariz y elegante en boca, redondo y de sobresaliente calidad; es reposado 12 meses en barrica de roble francés y resulta excelente desde la etiqueta, su color y sabor, sin duda es un vino que podemos acompañar con papardelles y espaguetis, con una salsa a la boloñesa bien especiada hace un contraste en boca maravilloso.
3. Gran Ricardo de Monte Xanic
Ahora daré paso a una etiqueta de Monte Xanic, bodega ubicada en Valle de Guadalupe,
Baja California, la cual surge gracias al sueño de crear una empresa de vinos mexicanos de calidad en 1987. ¿Qué hace especial a Gran Ricardo? Además de la vista que tiene, limpio y brillante con tonalidad violácea y color cereza intenso, en nariz destacan aromas frutales, acompañadas de un toque de cáscara de naranja. Posee marcadas notas florales de lilas y violetas. En cada copa puedes sentir el aroma de cedro, cacao, caramelo, especias, vainilla, frutos secos, café y balsámicos. Cuenta con un 63% cabernet sauvignon, 27% merlot y 7% petit verdot. Tiene una crianza de 18 meses en barricas de roble francés, es complejo y de taninos maduros, además de quedar perfecto al maridarlo con cortes de cordero, roast beef, quesos maduros y algunos platillos de mar como el salmón.
4. Ícaro de Durand Viticultura
Continuando con los tintos, es momento de presentarles Ícaro de Durand Viticultura, fundada por José Luis Durand en el año 2005, en Ensenada, Baja California. Este es un vino de 13 a 18 meses en barricas de roble con un color rojizo limpio y brillante. En boca puedes sentir cerezas negras frescas y chocolate amargo. ¿Te imaginas morder una rebanada de carne de pato con dátiles y almendras para sentir nuevamente las cerezas negras y frescas? Bueno, queridos lectores, esta es una de las formas en las que puedes maridarlo.
5. Nebbiolo de Casa Magoni
Para finalizar, les platicaré acerca de un nebbiolo de Casa Magoni, con crianza de 15 meses en barricas nuevas y de un uso. Este vino es brillante e intenso a la vista, con notas florales como rosas y violetas, frutas, especias y tabaco. En boca se perciben taninos firmes, acidez balanceada y persistente. La sugerencia de maridaje son platillos de carnes rostizadas, risottos, polenta y gnocchis son platillos que, si se preparan con una salsa cremosa y hongos, crean la resonancia perfecta de aromas.
Como pudieron darse cuenta, todas las anteriores son etiquetas que te invitan a probarlas y a disfrutar las notas que tiene cada uno. ¡Salud!
Referencias:
Vinos y Viñedos del Centro de México, consultado en: https://es.scribd.com/document/189747990/Vinos-Vinedos-primera-pdf
Historia del vino en México, www.fisac.org.mx/pdfdocument.cfm?articleid=422&catID=8
Entrevista a José Luis Durand, https://www.saborearte.com.mx/jose-luis-durand-2/
Maríatinto, http://mariatinto.com/
Texto: Jocelyn Díaz
