Desde hace ya algunos años comenzó en México el boom por esta particular mezcla de especias, que se traduce como “especia de calabaza”, aunque para ser específicos de calabaza no tiene nada. Su historia comienza hace miles de años, claramente no se hacían lattes y pasteles, pero se usaban mezclas similares en la gastronomía de algunos pueblos antiguos, principalmente con la nuez moscada, que tiene unos 3,500 años de historia, por lo que podemos suponer que su sabor siempre ha sido apreciado.
La expansión de esta mezcla en particular se dio en Norteamérica, cuando se utilizaba en la cena del día de acción de gracias para cocinar “pumpkin pie” o pay de calabaza (de ahí su nombre). Esta receta se volvió parte de las más esperadas del año, ya que aunque las especias usadas están disponibles todo el año, la calabaza es un producto que es mucho mejor en temporada, lo importante es la sensación cálida que genera pues se trata de un aroma que nos trae recuerdos de la fría temporada otoñal y la nostalgia por el calor familiar, y aunque puede que exista algo de mercadotecnia de por medio, nos gusta creer que en verdad sabe al hogar en otoño y a estar tapado con una cobija calientita -creo que a esto debemos su popularidad-.
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¿De qué está hecha?
Existen unas cuantas versiones y dependiendo las culturas o incluso marcas, se agrega una que otra especia o saborizante extra. Es similar al curry ya que sus ingredientes base son especias, que en su conjunción armonizan generando nuevos sabores. Lo que sí es un hecho es que todas las recetas de la mezcla de especias coinciden en el uso de ingredientes como canela, jengibre, nuez moscada y clavo. Sí, así de simple. A pesar de ello, vuelve loco a todo mundo alrededor de los meses de octubre, noviembre y parte de diciembre. Es tan importante su presencia que varias marcas empiezan a comercializar productos sabor pumpkin spice, los cuales no solo incluyen el sabor de las especias sino también de la calabaza, con esa coloración naranja que la caracteriza: hoy en día hay galletas, cereal, pasteles, dulces, helado y su uso más popular, en café ya sean lattes, frappes, etc.
Es bueno que su uso se limite a cierta temporalidad, ya que se evita la sobreexplotación por parte de varias marcas de este “sabor” evitando así el hartazgo; además genera expectativa y deseo de llegar a la temporada. Afortunadamente su acceso ya no es tan exclusivo como antes y algunas marcas la comercializan preparada o bien, venden todos sus ingredientes por separado. Si algún día quieres preparar tu propia reserva casera dejamos aquí una pequeña receta:
90 gr. de canela en polvo
60 gr. de jengibre en polvo
45 gr. de nuez moscada en polvo
45 gr. de clavo en polvo
20 gr. De allspice (pimienta de Jamaica)
45 gr. de cardamomo en polvo
En un procesador, licuadora, molino de café o de especias, o a mano en un molcajete, se mezclan todos los ingredientes, se tamizan (cuelan) y se reservan de preferencia en un frasco hermético para preparar muchos productos y principalmente sazonar platillos dulces.
La receta está pensada para hacer reservas grandes aunque si se planea usar poco a poco, es recomendable tener versiones completas de las especias y molerlas al momento para evitar pérdida considerable de aroma y sabor con el tiempo.
Nos encontramos en plena temporada de pumpkin spice y ya hay muchas opciones a la vuelta de la esquina, así que si no has probado nada ¿qué esperas para disfrutar el otoño como se debe?