Fotografía: Claudio Pellettieri
Hablar de este chef es referirse a un legado. Federico ha sido gran promotor de la cocina mexicana y ha dejado una marcada influencia entre los más destacados jóvenes cocineros. Su carrera se compone de retos, de marcar pautas y sentar parámetros. Federico se formó en el Culinary Institute of America en Nueva York. En 1996 creó con el grupo Ambrosía, el Centro Culinario de México. En 2005 llegó a Cancún con su propia empresa y transformó el mundo de los eventos y banquetes en la zona. En su taller gourmet sigue impulsado la alta cocina, gestando una cultura culinaria y promoviendo la riqueza gastronómica de nuestro país y de la región.
“La cocina yucateca es milenaria, pero en el caso de Quintana Roo apenas está tomando una identidad y una madurez sobre los productos, las tendencias y los usos de la cocina yucateca, con una visión moderna y contemporánea, los ingredientes son los protagonistas, lo más importante es el manejo de cocina indígena, con una visión más ligera y con más colorido. Los platillos tradicionales, dejan de ser los principales actores y permiten la entrada de nuevas ideas y manejo de sabores combinando productos e ingredientes que clásicamente no se imaginaba siquiera.”