Amo el otoño…
Es esta temporada en que las hojas verdes de los árboles se vuelven amarillas y ocres, se secan y caen envueltas por el viento que sopla con mayor fuerza. La temperatura comienza a descender.
El otoño se caracteriza por observar paisajes en tonos rojizos, amarillos o dorados, esto se debe a que la luz del día comienza a perder la fuerza que tenía durante el verano y se comienza a percibir el frío que da inicio al invierno.
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La palabra equinoccio proviene del latín ‘aequinoctium’ que significa ‘noche igual’, ya que el sol cruza el ecuador celeste de la Tierra y permite que sus rayos incidan de la misma manera en el hemisferio norte y en el sur.
El equinoccio del otoño es un suceso astronómico que marca el final del verano y el comienzo del otoño. En México este fenómeno produce un maravilloso acontecimiento en el Templo de kukulkán en Chichén Itza.
Durante el atardecer, se pueden observar las sombras que se proyectan sobre las escalinatas del lado norte, el sol esboza la sombra que asemeja el cuerpo de una serpiente sobre los bordes de las escalinatas, representando el descenso del dios maya Kukulkán.
Y, aunque el vino no es una bebida que entienda de temporadas, sí podemos decir que hay vinos más adecuados para algunas fechas, bien por los platos que acompañan, bien por la temperatura, o sencillamente porque van mejor con la tranquilidad de esta estación. Si blancos ligeros y rosados son por lo general más adecuados para primavera y verano, en otoño pensamos en vinos de más cuerpo.
Con la llegada del otoño regresan los platillos calientitos y elaborados, listos para hacernos sentir cobijados.
Esta temporada es ideal para un mole poblano, un picadillo ranchero, un caldo de albóndigas, o bien, platillos internacionales como una sopa de cebolla, un grilled cheese, un cocido o estofado, un mac & cheese y acompañarlo de una copa de vino. Los ideales para esta temporada son los vinos tintos, es momento de disfrutar de una buena copa de cabernet sauvignon, merlot, tempranillo, malbec, sirah, en fin, sea un monovarietal o un blend, mexicano o internacional, es tiempo de levantar nuestra copa y decir salud.
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