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Pan de muerto: un regalo de la Colonia

Angel Venegas
Angel Venegas
Gastrónomo y periodista gastronómico apasionado por la fotografía, historia y comida. Mantiene conexión con la cocina para preservar su sazón y comparte su pasión con otros. Dispuesto a ofrecer datos curiosos, referencias históricas y rarezas de la vida.

El tiempo vuela y ya ha pasado otro año, el pan de muerto regresa a los hornos de las panaderías y una vez más ese toque de mantequilla, azúcar y agua de azahar deleita nuestros paladares. Compañero del café y chocolate así como elemento indispensable en la ofrenda familiar, este manjar nos acompaña desde tiempos coloniales.

Para contar su historia volvamos en el tiempo a los años 1500, donde los sacrificios estaban a la orden del día. Según se cuenta, este pan simboliza el corazón de una princesa que era ofrecido a los dioses para honrar a los muertos. Con la llegada de los españoles y la abolición de los sacrificios, la idea de esta dulce ofrenda llegó por parte de los frailes.

LA EXPO EN DONDE MANDA EL PAN DE MUERTO: ¡QUÉ BONITA LA MUERTE! PAN DE MUERTO Y CALAVERITAS

Si bien se trataba de una tradición pagana, el trasfondo de emociones y respeto conmovió a los religiosos permitiendo la celebración, junto con el día de todos los santos. Cabe recordar que este no es el único elemento que nació gracias a la intervención eclesiástica, también tenemos ejemplos como el pozole, pues aunque se buscaba evangelizar, se recurrió a estrategias de adaptación de tradiciones para que los indígenas aceptaran de mejor manera la nueva fe. 

El cráneo corona el pan, las extremidades son las canillas direccionadas a cada uno de los puntos cardinales, el corazón lo encontramos en la forma circular y la sangre se colocaba a manera de azúcar pintada. Al menos así se cuenta que era en tiempos coloniales, ahora lo encontramos en un sinfín de formas y rellenos.

Por si fueran pocas las variedades modernas de pan, en todo el país encontramos alrededor de 400 tipos de pan de muerto; en Michoacán se llama pan de ofrenda, despeinadas en Mixquic, almas con azúcar en Guerrero y las regañadas de Oaxaca, por mencionar algunos.

RECETA: PAN DE MUERTO RELLENO DE CALABAZA EN TACHA

No todos tienen la misma presentación, también los encontramos ovalados, con forma de muerto y hasta con dedicatoria, todo depende de la región de la que vengan pero el significado siempre es el mismo, una alegoría de los que ya no están con nosotros.

Hoy en día podemos encontrar en ciertos lugares pan de muerto cualquier día del año, pero para los que aún nos aferramos a vivir según la temporalidad y las fiestas tradicionales,  esperamos con ansias la llegada de octubre para volver a degustar de este fragmento de ofrenda.

Una vez más la manera tan peculiar que tenemos los mexicanos de celebrar a la muerte y apreciarla solo como una manera de continuar la fiesta en el otro barrio, nos deja un magnífico sabor de boca. La temporada no sería lo mismo sin este pan que debemos al afán de los frailes por mantener vivas algunas de las tradiciones de los pueblos originarios.

Las historias, formas, colores y sabores son infinitas, pero algo es seguro, nuestros familiares disfrutan con cada uno de los elementos que acompañan al pan de muerto en la ofrenda. No sé qué tanto dejen en su altar, pero en el de la familia hay algunos indispensables: tequila, un buen café de Veracruz, comida específica para cada pariente y por supuesto, la estrella de la temporada y dueño de esta nota.

Estas fechas me obligan a seguir disfrutando este regalo horneado, así que aquí termina este contar, pues mi chocolate se puede enfriar y nadie quiere recibir a la huesuda con tal descortesía, pues ella, invita el pan de este día.

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