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Food & Wine Festival, la segunda edición

Julieta Cruz
Julieta Cruz
Gastrónoma y doctorante en Comunicación con especialización en vinos por la EMS. Investigadora en periodismo enológico y gastronómico en Ciudad de México, basada en teoría bourdiana, con fundamentos en Sociología y estudios de periodismo. Disfruta entrevistar y difundir la valiosa labor de quienes hacen posible nuestra gastronomía, única y viva en cada ingrediente, sabor y experiencia a la mesa.

Los pasados 12 y 13 de noviembre pudimos deleitarnos en 8,000 metros cuadrados al interior de Campo Marte con la escena gastronómica traída por el Food & Wine Festival, organizado por la editorial Food & Wine en español así como por BLM, en donde se recibieron 5 mil personas a lo largo de las dos jornadas.

Fotografía de Juan Pablo Espinosa

En este espacio se vivió la convergencia de sabores únicos de alta gastronomía donde chefs de toda la República nos trajeron una probadita de sus platillos icónicos así como la presentación de nuevas tendencias culinarias, productos gourmet, destilados, fermentados y más. A lo largo del recorrido se podía interactuar con los chefs, los representantes de marca, sommeliers, mixólogos y expertos del sector gastronómico.

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Diferentes restaurantes tuvieron presencia en el evento como Carolo, La Cabrera, Emilio, Zeru, Bulla, Nicos, Garum, Culinaria Chic, Fónico, Mezcal, Mexko, Sepia, Galanga Thai House, La Única, Barracuda, Mora Mora, así como algunas casas vinícolas como LA Cetto, Santo Tomás, Monte Xanic, Protos, Finca La Carrodilla, La Marca, Casa de Piedra, Domecq, entre otros.

Respecto a los espirituosos y licores estuvieron presentes Abasolo, Mezcal Mitre, Campante, Ojo de Tigre, The Botanist, Cointreau, Nixta, Mezcal Señorío, y casas distribuidoras de vinos como Climats y cervezas como Bohemia, entre otros.

Otra parte importante de este evento la componían las masterclasses como por ejemplo la demo de cocina japonesa de la chef Miriam Moriyama, o las catas de aceite de oliva, así como diversas demostraciones culinarias y experiencias de maridaje y mixología. En la zona VIP ofrecía acceso a degustaciones de jamón ibérico y quesos, catas de ostiones o menús específicos de algunos restaurantes estadounidenses.

Así que estaremos ansiosos de volver a presenciar más ediciones de este festival que cobra cada vez más importancia en el sector gastronómico, con lo que además se apoya la difusión de la alta gastronomía en nuestro país.

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Fotografía de Juan Pablo Espinosa

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