Gracias a su riqueza histórica, cultural y sensorial, desde 2010 la comida gastronómica francesa y sus rituales están inscritos en el patrimonio cultural de la UNESCO. De Normandía a Provenza, de Bretaña a Alsacia, pasando por Borgoña, el Suroeste o Córcega; a través de su gastronomía se puede conocer toda la diversidad y riqueza del territorio francés. Cada región nos invita a degustar sus especialidades y su cocina en momentos de compartir y convivencia.
La gastronomía francesa es conocida en todo el mundo por su calidad y diversidad; es fruto de una herencia secular y también está en constante evolución gracias a sus profesionales que siguen re-visitando sus clásicos para sorprendernos y satisfacernos siempre. Degustar la gastronomía francesa es degustar ‘l’art-de-vivre à la française’. Se trata de encontrar productores locales y chefs apasionados que transmitan su pasión a la comida.
Los seductores y exquisitos aromas y sabores de los auténticos platillos del Festival Francés de Les Moustaches invaden los sentidos desde el momento que nos adentramos en este elegante restaurante, un ícono de la Ciudad de México.
Una celebración de este exquisito arte culinario, este delicioso festival nos sumerge en esa fascinante cultura. La experiencia inicia con una copa de Kir – un popular cóctel francés elaborado con crema de cassis y vino blanco, que se toma como aperitivo antes de la comida.
Uno de los platillos estrella de este festival es el auténtico Filete Café de Paris con mantequilla y verduras del campo al aroma de trufa. A pesar de su nombre, la salsa Café de París no proviene de la capital de Francia. En realidad, tiene origen en el restaurante Coq d’Or de Ginebra, donde en el año 1930 Madame Boubier, la propietaria, la inventó usando 24 ingredientes, para servir con su entrecot.
Años más tarde la hija de Madame Boubier se casó con el dueño de otro restaurante en la misma ciudad llamado Café de Paris e incorporó la salsa a su carta, donde cobró fama internacional y asumió el nombre del establecimiento. La salsa consiste de una mantequilla compuesta de hierbas, la cual se pone sobre un entrecot recién salido de la plancha para que se derrita sobre la carne; un jugoso manjar.
Entre las demás joyas tradicionales francesas del festival de Les Moustaches nos encontramos con la clásica sopa de cebolla con croutón, costra de queso parmesano y gruyere, con un maravilloso Foie Gras con chutney de frutos rojos, con el fresco róbalo en agua de mar, caracoles a la provenzal, y clásico de los clásicos: pato al Grand Marnier.
Los postres de Les Moustaches son deleites únicos, desde el soufflé Grand Marnier hasta el Creme Bruleé y las crepas de pistacho, cada uno es logrado a la perfección. Con el dulce acompañamiento de las notas del piano, el sofisticado ambiente del restaurante y la excelencia del Festival Francés, cada momento en Les Moustaches es siempre memorable.
Una mansión que conserva la elegancia de su pasado, con el clasicismo que permanece intacto al paso del tiempo Les Moustaches es un rincón parisino en pleno corazón de la Ciudad de México. El menú del chef Rafael Bautista – quien ha estado aquí desde el principio – es amplio y excelente, con platillos tentadores que invitan a regresar una y otra vez. Una expresión del arte culinario francés y una oda a la época dorada de México, Les Moustaches es un portal a un mundo paralelo, donde la elegancia clásica, la altas gastronomía y un ambiente único nos envuelven en sentimientos inolvidables.
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Un imperdible ícono, en este paraíso culinario nos encontramos con festivales culinarios excelentes. Una oda a una cultura renombrada por su exquisitez, el Festival Francés es una experiencia auténtica y repleta de sabor.
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